Este Mundial 2014 nos trae
muchas novedades; entre ellas, el debut de la marca Budweiser, en su edición
Premium, en el mercado peruano. ¿Qué relevancia ocupa esta marca en la historia
de la cerveza? ¿Cuánto es su poder como Patrocinador Oficial del Mundial? Responderemos
estas interrogantes en este artículo.
Budweiser ocupa una plaza de
honor en la historia cervecera. Estamos ante la marca insignia de la cervecería
Anheuser-Bush InBev, una de las tres cervecerías más legendarias de Estados
Unidos, junto con Pabst Brewing Company y Miller Brewing Company; todas estas originarias
de Milwaukee, la capital histórica de la cerveza lager americana. Budweiser revolucionó la industria
cervecera al producir las primeras cervezas embotelladas. Con esta misma
tecnología, esta cervecería se convirtió en la primera de la historia en pasar
de una comercialización local a una comercialización a nivel nacional.
¿Qué acontece con Budweiser
y el mundial Brasil 2014? Sabemos que Budweiser firmó un contrato multimillonario
con la FIFA para ser el Patrocinador Oficial del Mundial. Sin embargo, sucede
que desde el 2003 el Gobierno de Brasil tiene
prohibida la venta de bebidas alcohólicas en los estadios del país. Una
inteligente ley que permitió reducir la enorme tasa de violencia que
azotaba los estadios.
Era de esperar que a
Budweiser no le agradase enterarse de la existencia de esta norma. De aquí que
la poderosa FIFA saliera en feroz defensa de su patrocinador. En palabras del
mismísimo Secretario General de la FIFA, el señor Jérôme Valcke:
“Lamento decir, aunque suene arrogante, pero es algo sobre lo que NO
vamos a negociar. Quiero decir que habrá y tiene que ser parte de la ley, el
hecho de que tenemos el derecho de vender cerveza”. Así es que la FIFA obligó al Gobierno de Brasil a emitir
una “Ley Budweiser” para que se autorizara la venta de esta bebida en los
estadios durante todo el mundial; caso contrario, la copa ya no se jugaría en
Brasil.
Pues bien, esta acción de la
FIFA ha sido duramente criticada por los brasileros al verla como una prueba
del poder de la FIFA y como una humillación a las normas y principios que
supuestamente gobiernan ese país; a lo que hay que añadir los ya exasperados
ánimos ante las millonarias inversiones que el Gobierno de Brasil realizó en
infraestructura mundialista.
Esperamos que las
consecuencias de esta intromisión de Budweiser y la FIFA no cause daños y
pérdidas que lamentar. Desafortunadamente, ya se han registrado actos de
violencia en los estadios mundialistas y alrededores, y el alcohol estaba presente.